Vivimos en un país en donde somos la minoría católicos, pero también descubrimos que, en medio del desierto de la fe, Dios sigue manifestando su amor a su pueblo. Llevamos el nombre de misioneros, porque queremos poner al servicio de la Iglesia, que en sí misma es misionera, el don de nuestra juventud, testimoniando la fe y llevando a Jesús a otros jovenes. Esto nos recuerda, que también la juventud tiene grandes ideales para llegar a ser lo que Dios sueña con nosotros. En nuestros encuentros, además de tratar temas de interés para los jovenes, compartimos y vivimos la amistad y preparamos actividades que puedan servir de ayuda a otros jovenes, para encontrarse con Jesucristo, el único que puede llenar de sentido su existencia. Tenemos a Teresa de Lisieux como compañera en esta aventura, porque ella es patrona de las misiones y porque, como joven, nos enseña que la juventud es capaz de grandes ideales. Si tu quieres ser parte de esta aventura misionera, contactate con nosotros.

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tisdag 20 september 2011

Testimonio de Diego


Antes que todo quiero contar que mi experiencia fué increible. Nunca imaginé que fuésemos tantos. Fué como vivir en paz, armonía, alegría y gozo una semana y media,las veinticuatro horas del dia. Me sentí tan bien que hasta las incomodidades eran llevaderas y pasaban a segundo plano.

Aprendí por ejemplo que somos muchos, sin importar bandera,raza o cultura,que tenemos como ídolo y espejo a Jesús y no me sentí tan solo, ni minoría como me solía sentir acá en Suecia. Es que ver a dos millones de personas con la cuales compartimos el principal interés de la vida que es estar cerca de Dios es una muestra de la fuerza que tenemos.
El mensaje de Jesús fue el mostrarrnos que hay mucha mas gente tratando de vivir en contacto con ÉL. A pesar de que para la mayoría de la gente seamos los "raros" por creer en ÉL. Los "raros"somos también gran mayoría.

Lo que mas me impresionó fué ver tanta gente en torno a Dios. Un par de ciudades inundadas de Dios. Tantos seres humanos de los lugares mas inimaginables trasuntando a Cristo!. Un mundo entero pendiente de la masa humana católica que constituimos.

El mensaje que les puedo dar a los que no estuvieron,es que haría cualquier cosa para motivarlos, convencerlos y explicarles lo imperdible que es que estén en las Jornadas venideras. Son experiencias únicas,extremas y radicales que ni uds. mismos imaginan la magnitud del evento y el antes y después que habrá en sus vidas después de vivir un suceso tan inolvidable como este.
Finalmente, el impulso y la ayuda que me dió esta Jornada Mundial, fué que hoy mas que nunca, quiero seguir en contacto con Dios y que nunca querría alejarme de su camino

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Yo quiero ser el amor en la Iglesia

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS JÓVENES DEL MUNDO

CON OCASIÓN DE LA XXIV JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2009



«Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo» (1 Tm 4,10)


Queridos amigos:

El próximo domingo de Ramos celebraremos en el ámbito diocesano la XXIV Jornada Mundial de la Juventud. Mientras nos preparamos a esta celebración anual, recuerdo con enorme gratitud al Señor el encuentro que tuvimos en
Sydney, en julio del año pasado. Un encuentro inolvidable, durante el cual el Espíritu Santo renovó la vida de tantos jóvenes que acudieron desde todos los lugares del mundo. La alegría de la fiesta y el entusiasmo espiritual experimentados en esos días, fueron un signo elocuente de la presencia del Espíritu de Cristo. Ahora nos encaminamos hacia el encuentro internacional programado para 2011 en Madrid y que tendrá como tema las palabras del apóstol Pablo: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2,7). Teniendo en cuenta esta cita mundial de jóvenes, queremos hacer juntos un camino formativo, reflexionando en 2009 sobre la afirmación de san Pablo: «Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo» (1 Tm 4,10), y en 2010 sobre la pregunta del joven rico a Jesús: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» (Mc 10,17).