EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-- El que me ama guardará mi palabra y mi padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras.
Señor, somos jóvenes,
reconocemos que nuestra capacidad de amar es muy grande,
porque sabemos que viene de ti.
Sí, es propio de el ser joven el deseo de amar y se amado.
Ayúdanos para que esa capacidad sea plena, y no se quede en simple deseos
sino que más bien se haga vida..
Permite que la fuerza de nuestra juventud
se demuestre en la vivencia de del mandamiento del amor.
Y la palabra que estáis oyendo no es la mía, sino del Padre que me envió.
Y quien dijo que tu palabra pasa de moda?
Nosotros, los jovenes de este siglo, sensibles a las modas,
sabemos que hay algo que nunca pasa, que siempre permance.
Lo único que da vida plena a nuestras vidas, que no san como las modas es TU PALABRA.
Palabra que viene desde antes que el mundo fuera, es decir, de tu Padre,
y que se va transmitiendo de generación en generación.
Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
Y esa fuerza Jesús.
Sí, la fuerza que viene de lo alto
y que tu llamas el Paráclito
podría yo vivir sin ella?
mi juventud tendría sentido?
se que no, porque desbordado por lo que el mundo ofrece
seguramente que mi deseo de vivir se apagaría
y aunque fuera joven, sería viejo
Sin embargo, tu nos envías a tu Espíritu
y entonces, nuestra juventud se vuelve más plena
si, sólo así queremos amar más y transformar el mundo
sólo así, queremos ser tus testigos y gritar con nuestra vida que tu VIVES
La Paz os dejo, mi Paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir "Me voy y vuelvo a vuestro lado.
Sólo con la fuerza de tu Espíritu
nos convertimos en constructores de paz
sólo con la fuerza de tu Espíritu desaparece todo miedo
toda tristeza, todo desanimo
todo aquello que el mundo no nos da
Si me amarais os alegraríais de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.
Sólo con la fuerza del Espíritu
podemos experimentar la verdadera alegría
no la que el mundo nos ofrece, y que sólo dura un instante
sino la alegría plena, la que dura siempre, la que sólo viene de ti
la que hace nuestra juventud aún más duradera
Y es entonces cuando nos convertimos
en verdaderos creyentes
es cuando experimentamos lo que es ser firmes en la fe
y alegres en la esperanza
sólo así hacemos ver al mundo
lo que significa ser JOVEN.
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