
Antes que todo quiero contar que mi experiencia fué increible. Nunca imaginé que fuésemos tantos. Fué como vivir en paz, armonía, alegría y gozo una semana y media,las veinticuatro horas del dia. Me sentí tan bien que hasta las incomodidades eran llevaderas y pasaban a segundo plano.
Aprendí por ejemplo que somos muchos, sin importar bandera,raza o cultura,que tenemos como ídolo y espejo a Jesús y no me sentí tan solo, ni minoría como me solía sentir acá en Suecia. Es que ver a dos millones de personas con la cuales compartimos el principal interés de la vida que es estar cerca de Dios es una muestra de la fuerza que tenemos.
El mensaje de Jesús fue el mostrarrnos que hay mucha mas gente tratando de vivir en contacto con ÉL. A pesar de que para la mayoría de la gente seamos los "raros" por creer en ÉL. Los "raros"somos también gran mayoría.
Lo que mas me impresionó fué ver tanta gente en torno a Dios. Un par de ciudades inundadas de Dios. Tantos seres humanos de los lugares mas inimaginables trasuntando a Cristo!. Un mundo entero pendiente de la masa humana católica que constituimos.
El mensaje que les puedo dar a los que no estuvieron,es que haría cualquier cosa para motivarlos, convencerlos y explicarles lo imperdible que es que estén en las Jornadas venideras. Son experiencias únicas,extremas y radicales que ni uds. mismos imaginan la magnitud del evento y el antes y después que habrá en sus vidas después de vivir un suceso tan inolvidable como este.
Finalmente, el impulso y la ayuda que me dió esta Jornada Mundial, fué que hoy mas que nunca, quiero seguir en contacto con Dios y que nunca querría alejarme de su camino